domingo, octubre 09, 2005

domingo de perros

El perro de mis viejos canta. Eso aseguran ellos. Canta cuando alguien toca el piano. Si tocamos notas agudas, se estira para llegar. Si se toca más grave, emite borbotones sonoros a lo kevin iojansen.

El perro de un tío mío entiende el concepto "domingo". Esos días de la semana se queda en la puerta de la casa, mirando para la calle, esperando que lleguen las visitas.

El perro de la hermana de mi novia entiende el concepto "después". Cuando le niegan salir a pasear pero le prometen que "después" sí lo hará, se queda tranquilo y confía plenamente en la persona que lo llevará a mear arbolitos por ahí.

El perro de la señora de mi hermano -atención a esta- reconoce otros animales en la televisión. Sí. No es que mira televisión. La mira como mira cualquier otra cosa, pero cuando en la tele aparece un perro, un gato o un burro (especialmente) para las orejas y gruñe. Incluso con las películas de animación (odia al burro de Shrek).

No está generalizada para nada la reacción de los perros ante los espejos, según me estuve enterando. Una buena mayoría no se inmuta al ver reflejada su imagen en ellos. Otra buena parte, sí, pero se pegan un susto que los deja un poco mal parados. ¿Existe el perro que no sólo reconozca la imagen en el espejo, sino que además tenga conciencia de que es su propia imagen, que ese que está ahí es también él? Bueno: el perro de un vecino de mi abuela no sólo se reconoce, sino que de tanto en tanto se arregla el flequillito cuando se ve.

El perro de mi abuelo "entiende todo". Sí. "Es tan inteligente". Incluso entiende más que mi abuelo, que está siempre medio en las nubes. Y él últimamente no se quiere ir de viaje (lo invitan de España) porque cuando vuelve su perro lo mira mal.

4 Comments:

At 9/10/05 19:32, Blogger fulmi said...

Y recién me enteré de más:

El perro de la prima de fer se ríe.

Un perro de hurlingham es fotogénico, y posa para las fotos.

El perro de otra gente, dibujaba, corriendo maniáticamente, unos extraños círculos en el jardín. Y más destacable todavía: dejó de hacerlo cuando le dieron flores de bach. ¡El perro homeopático!

 
At 10/10/05 09:28, Blogger Fede said...

che, pero ninguno toca la batería, no?

 
At 10/10/05 11:10, Blogger fulmi said...

sí, varios, pero a ninguno le gustaron las canciones. (snif).

 
At 11/10/05 11:46, Blogger moret said...

a mi perro Sancho, cuando le dabas su correa, te la atabas en la muñeca y se la ponías en la boca, la mordía fuerte y te sacaba a pasear.

 

Publicar un comentario

<< Home