martes, septiembre 27, 2005

el viejo truco...



¡ El viejo truco de irse de este mundo
sabiendo que eras bueno,
muy bueno,
y que con vos se van también esas tardes
de chocolate y vainillas,
esos días de niñez irrepetible!

viernes, septiembre 23, 2005

viernes a la noche, ¿hay que salir?

es la tardecita del viernes, la chapa del techo es atacada por el agua celestial, y yo me preparo para salir a mi programa de viernes a la noche (impelido por razones más de índole sociológica que recreacional). El programa, tal cual me lo plantearon, es el siguiente: Estar en el cementerio de la Recoleta (viernes a la noche), bajo esta lluvia (viernes a la noche), escuchando sonidos electroacústicos (viernes a la noche), y todo esto antes de cenar (viernes a la noche, viernes a la noche, viernes a la noche) ¿¿¿¿¿hay que salir un viernes a la noche?????

lo que me entusiasma del programa es que esto (su irremediable fracaso total) me va a dar, frente a la persona que lo sugirió, una total impunidad con respecto a, digamos, los próximos diez programas que yo proponga de aquí en adelante, ya que siempre podré, ante una mala elección de película o de salida en general, esgrimir en mi defensa un "te acordás aquella noche en Recoleta...?"

así que es un pequeño sacrificio ahora, para una suculenta venganza prolongada.... (acepto sugerencias).

martes, septiembre 20, 2005

¿Por qué tememos a las cucarachas?

No es alimento de mi orgullo, pero debo admitir que nuestra casita parece ser una adelantada a la hora de ofrecer albergue a ciertas clases de alimañas insectiles que se propagan, periódicamente, a partir de los calores veraniegos.
Para no desentonar con la esquizofrenia climática que ha representado al año en curso, ahora tenemos que soportar ser los primeros en recibir la visita de mosquitos, babosas y, notoriamente, cucarachas en nuestro hogar. ¡Ya en Septiembre!. No nos doblegaremos a la presión que, desde el año pasado, vienen ejerciendo estos bichos para lograr su evidente plan de que abandonemos la casa y se la dejemos a ellos. ¿O es que acaso se trata de una guerra cuyo comienzo nadie recuerda, pero cuyo fin ya nadie vislumbra? Y el verano pasado, de hecho, no servirá para amainar tal batalla, ya que será recordado en los manuales de historia cucaracha como La Chancleteada Trágica.

Al margen de esta contienda, que este año amenaza con multiplicar su crueldad, nos queda una reflexión latente a la invasión cucaráchica.

¿Por qué les tenemos miedo a las cucarachas?

¿Por qué nos producen mayor repulsión que, pongamos por caso, un mosquito que bien podría ser portador del dengue o de la fiebre amarilla, o una hormiga que podría comerse a un elefante, de agarrarlo desprevenido?

Me refiero a que básicamente son unos bichejos de morondanga, que no pican, que (casi) no vuelan, que no hacen ruido, que no se diferencian mucho de un cascarudo (que tiene un cuerno que podría parecer más alarmante).

Es decir: lo que nos producen no es un rechazo al posible dolor, como el de las abejas, ni a una molestia sonora-visual, como la de las moscas. Es algo un poco más complejo, más visceral, más intrincado en nuestras psicologías.

Primer fastidio: a la cucaracha no se la mata con la mano. Es preciso ensuciar una chancleta o una zapatilla para acabar con su vida. Ipso facto: el crimen nos queda adherido materialmente a nuestras pertenencias (ya que es improbable que lavemos el objeto en cuestión, mientras que sí lo hacemos si es la mano la que queda manchada).

Segundo fastidio: la cucaracha es el más avanzado símbolo indicador de que tu casa carece de una apropiada higiene. Es decir, las moscas son las primeras señales, pero implican una suciedad muy reciente y que puede ser fácilmente borrada. Pero la cucaracha significa acumulación sistemática, "me dejé estar", y no es tan sencilla la vuelta atrás, no se limpia un plato y desaparecen las cucas.

Por último, sabés que podés matar una pero no acabarás con el resto, que crecerán cada vez más y más fuertes, que lo vienen haciendo así desde el principio de los tiempos, y que lo seguirán haciendo, seguirán viviendo cuando el hombre haya dejado de existir sobre la tierra.

La conclusión: cuando nos rodean las cucarachas lo que sentimos no es miedo sino cierto complejo de inferioridad. Y a eso, mis queridos amigos (es decir: los dos que leen este blog), no se lo mata con ningún Raid.

domingo, septiembre 18, 2005

una de Leonard Cohen

No voy a hablar de cosas vistas en la peluquería, no de la señora que se arregló el pelo porque a la noche tenía una reunión de consorcio. No. Voy a poner la traducción (propia) de una letra de Leonard Cohen, de su época en que no tenía batero, pero eso no le impedía hacer muy bonitas canciones. One of Us Cannot Be Wrong, del disco Songs of Leonard Cohen (1968).


ALGUNO DE NOSOTROS NO PUEDE ESTAR EQUIVOCADO

prendí una delgada vela verde
para ponerte celosa de mí
pero el cuarto se llenó de mosquitos
escucharon que mi cuerpo estaba libre
luego tomé el polvo de una larga noche insomne
y lo puse en tu zapatito
después, confieso que torturé el vestido
que usaste para que el mundo mirará a trasluz.

le mostré mi corazón al doctor
me dijo que debería abandonar
después escribió una receta para sí mismo
y tu nombre se mencionaba ahí
después se encerró en un armario
con los detalles de nuestra luna de miel
y dijo la enfermera que ahora se puso peor
y que su práctica está en la ruina

escuché de un santo que te amó
así que estudié toda la noche en su escuela
enseñaba que la tarea de los amantes
es opacar la regla dorada
y cuando empezaba a creer que sus enseñanzas eran puras
se ahogó a sí mismo en la pileta
su cuerpo se ha ido, pero aquí en el jardín
su espíritu continúa babeando

un esquimal me mostró una película
que hizo recientemente sobre vos
el pobre hombre apenas podía dejar de temblar
sus labios y dedos: azules
supongo que se congeló cuando el viento te arrebató la ropa
y adivino que nunca se volvió a calentar
pero vos estás tan bonita ahí parada
en tu ventisca de hielo
Oh por favor déjame entrar en la tormenta
Oh por favor déjame entrar en la tormenta

martes, septiembre 13, 2005

qué clima loco

¿les parece maduro andar psicoanalizando al pobre clima, que ajeno a los avatares humanos hace de las suyas desde los comienzos del mundo, sin importarle si se inundaba un volcán por aquí o se volaba un dinosaurio por allá?


no. lo que yo quiero es que salga a dar la cara alguien, algún representante de la comunidad científica a decir: "miren, la verdad, la verdad, es que no tenemos ni idea de en qué estación estamos. nos perdimos. qué le vamo hacer. todo este asunto de los calendarios... está todo inventado por pirelli y gaby herpstein... nosotros hace tiempo que no sabemos qué mes es, ni qué clima nos espera ni si va a llover o van a caer meteoritos. listo (fiu). chau, suerte."

sábado, septiembre 10, 2005

El Batero 2005, se lanza el reality chou!


Este muchacho, Diego Armando Manotas, oriundo de San Clemente del Tuyú, es el primero de los candidatos que se han ofrecido al autor de este blog para ocupar el puesto de El Batero.

Sus bandas favoritas son los Beach Boys, Pulp, Phish y Deep Pulpo.

Nos envió un demo en el que se lo ve tocando varios instrumentos a la vez, al tiempo que bailaba un chachachá, construía un castillo de arena y cocinaba una "paella familiar" (no por su tamaño, sino porque estaba integrada por miembros de su familia).

No dudamos de sus aptitudes, pero quizás cuente con poco favoritismo del jurado ya que tememos que su habilidad multiinstrumentística eclipse y haga irrisoria la utilidad del resto de los miembros de la banda. Gracias por participar!

viernes, septiembre 09, 2005

¿llegará el día...

... en que, habiendo esperado el bondi un rato, lo veamos por fin venir, bastante repleto, y resignándonos a viajar de pie lo paremos y subamos a él y que en el momento de sacar el boleto el colectivero nos diga: "che, pibe, si querés bajá y esperá unos segundos que atrás viene uno vacío"? ¿eh? ¿llegará? ¿o juegan entre los choferes una especie de tele-match en el que después cuentan quién logró recolectar más pasajeros?

miércoles, septiembre 07, 2005

mi secreto.com

ya estoy lejísimo. salgo a la calle, a las ocho, a sacar la basura y de paso ir al supermercado para aprovisionarnos. recorro el pasillo hasta la vereda, pensando y pensando vaya uno a saber en qué -o peor: ya todo este blog intuye en qué-. Y camino y camino hasta llegar a la puerta del súper, deteníendome en la entrada, frente a los azorados japoneses que lo atienden, preguntándose, seguramente, qué especie de promoción habrían anunciado en la tele, de la cual no estaban enterados, y que explicara por qué este sujeto les estaba trayendo a su local dos rebosantes bolsas de basura pestilente. ¿o las iría a atar en la entrada con el perrito de la señora de enfrente? bue. eso. así que trato de que nadie se de cuenta, y como si fuera lo más normal, doy media vuelta, vuelvo a la puerta de mi casa, entro, espero un segundo, vuelvo a salir y dejo las bolsas, ahora sí, en la vereda, para que esperen el camión que las lleve de una vez por todas al descanso final. la pobrecita basura se habrá asustado: eh, no, acá ya estuvimos, ¿de vuelta todo a empezar?

domingo, septiembre 04, 2005

y todo al pulmón, todo al pulmón...

no sé si no va a sonar un poquito intolerante lo que voy a decir, pero cada vez más me parece que la próxima guerra mundial no va a ser entre rusos y yanquis, ni entre oriente y occidente, ni entre talibanes y canelones. la próxima guerra mundial va a ser entre fumadores y no fumadores.

ambos bandos ya desplegaron sus armas masivas.

por nuestro lado (el de los no-): ya se viene la ley anti-tabaco, la prohibición en lugares públicos, la veda mediática, la magia negra para la invisibilidad de los encendedores.

por el de ellos: el mal olor en las ropas, la picazón en los ojos, el escozor en la garganta y ese envidiable aire a sabiduría popular y cool-appeal que te da el pucho en las manos.


será una cruenta y triste lucha, porque tengo amigos (quizás la mayoría) en el bando contrario, pero bue, será una nueva excusa para vernos más seguido, la guerra.
sé que no estoy haciendo mucho por detenerla. ya se me ha congelado más de un visitante en el patio de casa, expulsado del living para llevar a cabo sus vaporizaciones tabacaleras. y estoy dispuesto a ir más allá, a contratacar de alguna manera a sus -lo sé lo sé: desintencionados- ataques. vamos a ver cómo reaccionan cuando me les ponga al lado suyo a cocinar una coliflor maloliente, o a sacarles fotos con una cámara de rayos x. buajajá, estoy re sacado.

en fin, ese es el panorama, me parece, y, se sabe, sólo un ente podrá detener lo inevitable, sólo una persona, que hoy por hoy se hace humo entre mis manos, podrá traer el aire que sople en nuestras intoxicadas vidas. Etcétera etcétera: El Batero.

jueves, septiembre 01, 2005

plan B

(de batero).
Estos días medito formas alternativas de conseguir batero, por si lo del blog no funciona.

.) aprovechar la ola de inseguridad y esperar el momento justo en que secuestren a un batero; entonces pagar una suma mayor que la que los secuestradores le piden a la familia del mismo, y quedárnoslo. si la familia ofreciera una suma mayor a la nuestra, bueno, mala suerte: habrá que poner más plata.

.) ponerle los palillos en la mano a una persona que acabe de perder la memoria al haberse tropezado o resbalado con una cáscara de banana; hacerle creer que siempre fue batero. este método puede traernos beneficios económicos, si de paso lo convencemos de que nos debe dinero.

.) no se me ocurre otra. estamos en el horno.

¿pero qué es un batero?

un batero es el sostén, no ecónomico sino arquitectónico, de la banda; es el alma páter, tutor o encargado del manejo y control del tempo de la canción y por ende del sarandeo de los bailarines.

un batero está ahí cuando lo necesitás, te llena un silencio, te genera otro, te llama para tu cumpleaños, te aguanta hasta que llegue el colectivo.

un batero básicamente es una persona adiestrada en el milenario arte de la disociación. esta cualidad es la que le permite, al mismo tiempo, haciendo uso de sus cuatro extremidades (cuando no la cabeza), percutir los diferentes distritos de su instrumento, no todos ellos a la vez sino alternando diversos ritmos y sonoridades en cada sección.

lo cual es algo cercano a un milagro para aquellos a quienes nos cuesta caminar y hablar al mismo tiempo, o bailar y tener onda a la vez.

un batero es un batero es un batero es un batero.



¿Sabías que.....

¡ciertos bateros llevan a tal extremo el dominio de la disociación, que son capaces de independizar su cuerpo de su alma mientras tocan, a tal punto que ellos pueden estar golpeando la batería en un recital, pero su alma puede estar dedicándose a la hipnosis de gallinas en medio del Tibet!